¡Todo un año para estrenar! ¡366 días para vivir en tu presencia, Señor!
Concédeme... el don de sabiduría para saber juzgar según la medida de Dios, y vivir el don de cada día...
Sin otros planes que los tuyos, los de cada día...
Que pueda maravillarme del amor de Dios, cada día...
Que el rostro de mi prójimo sea nuevo para mí, cada día...
Dame un corazón, manso con el sufrimiento de cada día,
fuerte en la lucha de cada día,
amoroso en la oración de cada día...
Que cada día sepa confiar en Ti, dejando en tus manos el mañana, sin inquietud, sin prisas...
Que cada día estrene tu paz...
Junto a María, nuestra Madre, enséñame a vivir el don de cada día... AMÉN.
¡¡¡ HASTA EL AÑO QUE VIENE !!!