me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras.
Sea lo que sea, te doy gracias.

Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad
se cumpla en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, PADRE...
Te confío mi alma,
te la doy con todo el
amor del que soy
capaz, porque te amo
y necesito darme,
ponerme en tus manos
sin medida,
con una infinita confianza,
porque TÚ eres mi PADRE...
(Charles de Foucauld)
No hay comentarios:
Publicar un comentario