HOMILÍA. Domingo III CUARESMA (A)
18 y 19 de marzo de 2017
¡¡¡LA SAMARITANA CONTEMPLÓ, EXPERIMENTÓ EL QUERER DE DIOS Y LO COMUNICÓ!!!
Mi querida y apreciada familia en el Señor:
Estamos adentrándonos, en esta hermosa y dura travesía de la Cuaresma, hacia los profundos arrecifes al que Señor nos lleva en esta III semana. …No podemos perder esa meta que siempre nos ofrece Dios y que hoy, de modo narrativo nos ha relatado el Evangelio: ¡¡¡LLAMADOS A "SER SURTIDORES DE AGUA VIVA" QUE ALCANZA LA VIDA ETERNA!!!
El evangelio de la Samaritana es uno de esos pasajes bíblicos que en sí mismo es un surtidor de agua viva, donde tenemos que beber y saciar la sed… NOS ENSEÑA UN MOGOLLÓN DE VALORES y ACTITUDES que hay que poner en alza en nuestra vida personal y social… ¡Cuánta dulzura y delicadeza del Señor para adentrarse en las entrañas de aquella mujer! ¡Cuántos "obstáculos superados" observamos en las actitudes del Señor!...
Nos enseña el modo de no dejar entrar en la vida “el que dirán”; nos educa para no descartar a nadie ni firmar el finiquito ante alguien que “aparentemente” no le busca…
¿Qué hacemos nosotros cuando nos encontramos con personas que no son de nuestra cultura, de nuestros principios, de nuestros modos de vivir?... Cristo nos instruye con su ejemplo para que NO DISCRIMINEMOS NI SELECCIONEMOS, para que NOS ENSUCIEMOS con el “lodo” de nuestros hermanos o dejemos que nuestro “lodo” (barro, fango) sea reconducido hacia esa Fuente de Agua Fresca que purifica y libera…
Es ejercicio saludable volver a situarse en este hermoso pasaje del evangelista san Juan y redescubrir cuánto hay de noble y sensato para que nuestra vida sea mejor vivida y servida… ¡¡¡Organiza una “excursión vital” con la Samaritana!!! Que de la mano de ella te descubras ante el Señor… y contemples como Él se acerca con delicadeza y dulzura, con exquisitez y cordialidad a los fondos de tu vivir… ¡¡¡Que puedas confesar la NECESIDAD DE DIOS en tu vida!!! y te dejes impregnar de las propiedades saludables que precisas, y que Él te da…
El “agua” ablanda y humedece, suaviza y remoja todo aquello que se encuentra en sequedad y aspereza, en aridez y dureza… ¡¡¡Qué gran originalidad la del Señor!!! Es el “Agua Viva” que hace surtir (suministrar, facilitar…) el efecto imperioso de acallar todas esos modales y actitudes que nos hacen duros y mezquinos con los demás, y por supuesto, con Dios.
Ojalá sepamos reposar nuestra vida en el “Pozo de Sicar” que Dios nos ofrece cada semana -la Eucaristía- y abrir el “cántaro” de nuestros corazones con el propósito de avivar la experiencia de un Dios que se acerca y se sienta a nuestro lado para comunicarnos lo potente que resulta apoyarse en Su Fidelidad, pues es el conducto salvador de nuestra existencia.
“Tu fidelidad es grande, Tu fidelidad incomparable es. Nadie como tu bendito Dios. Grande es tu fidelidad”
Rvdo. D Javier José Jiménez Juste
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