
El 2 de febrero de 1902,
Y tal fue el flechazo que ese encuentro provocó en Don Manuel González, que dedicó toda su vida y su ministerio a dar a conocer que Jesús en la Eucaristía está muy cerca… y que “ese Amor no se parece a ningún otro”...
¡Aquí estamos Jesús!
¡También nosotros queremos ser
discípulos y misioneros
de tus Sagrarios abandonados!
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