domingo, 15 de febrero de 2015

Señor, si quieres...

"Señor, si quieres, puedes limpiarme", exclamó ante Jesús un pobre leproso.

¡Cuánta fe en el poder, cuánta confianza en la misericordia y cuánta conformidad con el querer de Dios encierra esa palabra!

¡Ah, si las repitiéramos ante las puertecitas del Sagrario con la misma fe, confianza y conformidad que el leproso, cómo sentiríamos caer sobre la lepra de nuestros pecados, penas y enfermedades el "quiero, queda limpio" de la misericordia omnipotente que allí palpita! 

(Beato Manuel González)

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