En esta fiesta de la Epifanía, que nos recuerda la
manifestación de Jesús a la humanidad en el rostro de un Niño, sintamos cerca a
los Magos, como sabios compañeros de camino. Su ejemplo nos anima a levantar
los ojos a la estrella y a seguir los grandes deseos de nuestro corazón. Nos
enseñan a no contentarnos con una vida mediocre, de “poco calado”, sino a
dejarnos fascinar siempre por la bondad, la verdad, la belleza… por Dios, que
es todo eso en modo siempre mayor. Y nos enseñan a no dejarnos engañar por las
apariencias, por aquello que para el mundo es grande, sabio, poderoso. No nos
podemos quedar ahí. No podemos contentarnos con las apariencias, con la
fachada. Tenemos que ir más allá, hacia Belén, allí donde en la sencillez de
una casa de la periferia, entre una mamá y un papá llenos de amor y de fe,
resplandece el Sol que nace de lo alto, el Rey del universo.
A ejemplo de los Magos, con nuestras pequeñas luces
busquemos la Luz.
Papa Francisco
¡¡¡FELIZ EPIFANÍA DEL SEÑOR!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario