sábado, 6 de diciembre de 2014

"Cuando menos te lo esperas..."¡Señor, ven!


En este segundo domingo de Adviento, escuchamos las palabras del profeta Isaías: “¡Consolad, consolad a mi pueblo!”. Consuelo es lo que nos viene de parte del Señor y lo que debemos llevar a otros de parte suya. Ahí donde todos los horizontes parecen cerrarse, debemos recordar al mundo que es posible volver a empezar, porque Dios sigue siendo Señor de nuestro hoy.

Adviento es tiempo de espera, de dejarnos reconstruir por el Señor; tiempo de estar atentos a lo que sucede en nuestra vida. Puede parecernos, en muchos momentos, que el Señor tarda en llegar, pero lo importante, no es tanto el tiempo que se tarda en ver colmados nuestros anhelos sino el ser capaces de poner nuestra confianza en Aquel que está ahí, nos espera y nos consuela "cuando menos lo esperamos".

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