viernes, 13 de marzo de 2015

Dejarse tocar por Él

Evangelio de hoy: Mc 12,28b-34


La Palabra del Señor, que acaba de resonar en el Evangelio, nos ha recordado que toda la ley divina se resume en el amor. El evangelista san Mateo narra que los fariseos, después de que Jesús respondiera a los saduceos dejándolos sin palabras, se reunieron para ponerlo a prueba (cf. 22, 34-35). Uno de estos interlocutores, un doctor de la ley, le preguntó: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?». A esa pregunta, decididamente insidiosa, Jesús responde con total sencillez: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este mandamiento es el principal y primero». De hecho, la exigencia principal para cada uno de nosotros es que Dios esté presente en nuestra vida. Como dice la Escritura, él debe penetrar todos los estratos de nuestro ser y llenarlos completamente: el corazón debe saber de él y dejarse tocar por él; e igualmente el alma, las energías de nuestro querer y decidir, como también la inteligencia y el pensamiento. Es poder decir, como san Pablo: «No soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí» (Ga 2, 20).

(Benedicto XVI)

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