Para mí la línea que divide a la humanidad en dos grandes mitades la ha trazado el Jueves Santo. En la tarde de ese día se creó el Sagrario. Yo creo que más que la diversidad de razas, el grado de cultura o de libertad de los pueblos, y el rango de los imperios y de las estirpes, diferencia a los hombres esta condición: Hombres con Sagrario y hombres sin él.
El tránsito de no tener Sagrario a tenerlo ha puesto al hombre en goce y posesión de "el Bien absoluto y sin limitaciones".
Con este Bien del Sagrario se acabaron de verdad todas las pobrezas y desdichas de los hombres.
¿Que aun siguen mendigando y gimiendo?
Es verdad, pero es que seguramente esos hombres no han leído y mucho menos entendido la hoja del almanaque de este día cuando dice: JUEVES SANTO
Ésa es vuestra misión: enseñar o recordar a los hombres que hay Jueves santo, que hay que agradecerlo siempre.
(Beato Manuel González)
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