jueves, 23 de abril de 2015

Jesús sigue alimentándonos en silencio



                        
Jesús en la Eucaristía es ante todo alimento; es, como Él se llamaba, el Pan vivo que necesita comer el alma para tener vida divina.

Y como el alimento, aunque sea vivo, no obra hablando sino dejándose comer, digerir y asimilar, Jesús, en la Eucaristía quiere obrar principalmente, no hablando, sino dejándose silenciosamente comer por la Comunión sacramental, silenciosamente digerir por la buena disposición del alma que no pone obstáculos a la libre entrada y circulación de su gracia y silenciosamente asimilarse por la imitación voluntaria de sus virtudes y vida de Cordero sacrificado en silencio.



Madre Inmaculada, ¡que piensen más los comulgantes en ese silencioso laboratorio de divinización que llevan en sus almas después de cada Comunión...!

(Beato Manuel González)

No hay comentarios:

Publicar un comentario